La esperada “Ola Roja” republicana que retomaría en control de la Cámara de Representantes y el Senado federal ha llegado, aunque más debilitada. Con un total hasta el momento, de 199 escaños adquiridos en la Cámara , frente a 178 de los demócratas, los republicanos han tomado la delantera tal y como apuntaban las encuestas durante las pasadas semanas.

Los temas de la inflación y la economía son la principal preocupación de los votantes, un tema que en general, tiende a inclinar la balanza a favor de los republicanos. A su vez, los demócratas se centraron en el derecho al aborto y las protecciones a la democracia como eje central para inclinar al voto joven a su favor.

Aunque los republicanos mantienen una ventaja en los escaños de la Cámara, en el senado se encuentran empatados ambos partidos con 48 sillas respectivamente. Sin embargo, aun cuando los demócratas pierdan el poder sobre la Cámara, es posible que sea mucho menos de lo que generalmente pierde un presidente durante las elecciones de medio término. Como ejemplo, durante el primer mandato de Obama, en las elecciones de medio término este perdió unos 63 escaños en la Cámara y 6 en el Senado, mientras que en su segundo término, su partido perdió 13 en la Cámara y nueve en el senado. Por su parte, durante las elecciones de medio término, Trump perdió 40 escaños en la Cámara y ganó dos en el Senado.

Antes de las elecciones, los demócratas dominaban la Cámara 220 a 212 y en el Senado, ambos partidos estaban empatados 50 a 50 siendo el voto de la vicepresidenta Kamala Harris, el de desempate. Aunque al momento, los demócratas pueden tomar un respiro de que una “ola roja” no parece llegar a quitarle el control mayoritario en ambos cuerpos, aún la pérdida de uno solo, representará dificultares para los restantes dos años de mandato del Presidente Biden.