Los Patriots de Nueva Inglaterra en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) no han tenido un comienzo de temporada del todo bien.

La partida de su máxima figura, Tom Brady ha causado un efecto negativo alrededor de la franquicia y ha puesto en jaque la confección y credibilidad del equipo.

Actualmente, la franquicia solo cuenta con 12 de los 32 jugadores que participaron en la final del Súper Bowl del 2019 cuando vencieron a los Rams.

Los Patriots han perdido veinte jugadores (once como agentes libres, uno retirado, dos traspasados y tres casos positivos con coronavirus) y cuentan con una plantilla sumamente ajustada a las necesidades del equipo.

El comienzo de la temporada ha sido pésimo y se nota claramente el mal estado del equipo que busca una reorganización luego de la partida de sus figuras más sobresalientes.

Además, el equipo ha visto un nuevo problema, ya que los jugadores seleccionados como nuevo ingreso en los pasados años no han resultado favorables para la franquicia.

El equipo está necesitado de una reconstrucción en los próximos años para volver a luchar por un campeonato o por un espacio en los próximos Súper Bowls.