Tras la muerte de la reina Isabel II, comienza en Reino Unido la llamada operación “London Bridge is Down” o “el Puente de Londres ha caído”.

Primero, se le informa sobre el deceso al secretario del gabinete y a varios ministros y funcionarios del más alto nivel quienes mantienen la confidencialidad del anuncio.

A su vez, debido a que el trono nunca está vacante, el príncipe Carlos se convierte automáticamente en el Rey Carlos III.

A los 10 minutos de su muerte, la Familia Real emite un comunicado anunciando el fallecimiento mientras las banderas del país se bajan a media asta. 

Tras el primer día, a las 11:00 de la mañana, el Consejo de Adhesión proclamará al rey Carlos III como el nuevo soberano del país. Por su parte, el Parlamento Británico se reunirá para emitir un comunicado de condolencias y suspenderán sus actividades durante 10 días.

Durante el segundo día luego de su fallecimiento, el ataúd de la reina volverá al Palacio de Buckingham donde será expuesto. 

En el tercer día, el rey Carlos III recibirá la moción de condolencias en Westminster Hall. Luego el nuevo rey comenzará una gira en Reino Unido donde llegará a Irlanda del Norte y recibirá otra moción de condolencias en el castillo de Hillsborough.

El día 5, se realizará la procesión del ataúd de la reina desde el Palacio de Buckingham hasta el Palacio de Westminster. Durante el día 6 al día 9 los restos de la reina permanecerán en el Palacio de Westminster durante tres días y se realizará un ensayo para el cortejo fúnebre estatal. 

Finalmente, en el día 10 luego de su fallecimiento se realizará un funeral en la Abadía de Westmisnter. Habrá dos minutos de silencio en todo el país y la reina será enterrada en la Capilla Conmemorativa del Rey Jorge VI.