Nuestra Realidad de Vida Ante el Covid-19.

Columna de opinión del Lcdo. Salvador F. Rovira Rodríguez, Presidente de RR Group.

Foto: El Foro de Puerto Rico

La vida humana ha estado expuesta desde tiempos inmemoriales a diferentes situaciones que afectan su salud. En muchas ocasiones plagas, pestes, gripes y un sinfín de enfermedades provocaron la muerte de millones de personas, sin que se conocieran inclusos las causas.  Las pandemias aparecieron con la aglomeración de las personas en grandes ciudades, y nombres como la peste negra, la viruela o la peste bubónica causaban pavor solo de mencionarlas, aunque la humanidad vivió otras causas de muerte, como las guerras o las conquistas, sobre todo la de América.

La Viruela, El Sarampión, La Gripe Española, La Peste Negra y El VIH han sido algunas de las pandemias que ha enfrentado la humanidad.  Pero ninguna había atacado tan fuerte, como el Covid-19.

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La viruela es una enfermedad infecciosa mucho más grave de lo que la gente aprecia. Es causada por Variola virus, y no solo ha sido la pandemia que más muertos ha causado en la historia de la humanidad, sino que, además, ha dejado a millones de personas desfiguradas a lo largo y ancho del mundo.  Por otro lado, el sarampión, como la rubéola o la varicela, es una enfermedad característica por sus marcas rojizas en la piel, altas fiebres y malestar grave. Es el causante de la segunda mayor pandemia de la historia. La gripe española, ha sido una de las más graves de la historia moderna. 

Al contrario que en las dos pandemias anteriores, las cuales se entiende que causaron la muerte de cientos de millones de personas a lo largo de los siglos, la gripe española acabó con la vida de entre el 3% y el 6% de la población mundial. Por su parte, la llamada peste negra, es causada por Yersinia Pestis, que es una bacteria, no un virus y un agente todavía activo en poblaciones pequeñas y zonas rurales. Sus principales y vistosos síntomas son los bubones o ampollas enormes provocadas por la bacteria, muy desagradables.  En cuanto al VIH o Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida o SIDA, es la quinta pandemia mundial más importante, y también una importante parte de nuestra historia moderna. Es una enfermedad provocada por un retrovirus, y también uno de los más estudiados en la actualidad.

Al  presente, el mundo es azotado por la pandemia de enfermedad por coronavirus, que es una pandemia derivada de la enfermedad iniciada en 2019 (COVID-19).  Ocasionada por el virus coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2). ​ Se identificó por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en la República Popular China, al reportarse casos de un grupo de personas enfermas con un tipo de neumonía desconocida. Fue reconocida por​ La Organización Mundial de la Salud (OMS) como una pandemia global, el 11 de marzo de 2020.  A la fecha, se ha informado de más de 24.8 millones de casos de la enfermedad en 218 países y territorios en el mundo.

El Covid-19 ha tenido un efecto socioeconómico disruptivo. Se han cerrado colegios y universidades en más de 124 países, lo que ha afectado millones de estudiantes. Un tercio de la población mundial se encuentra confinada, con fuertes restricciones de movimientos, lo cual ha conducido a una reducción drástica de la actividad económica y un aumento preocupante en el desempleo. 

¿Cómo hemos enfrentado la pandemia? ​ La tecnología y el acceso a la información han sido elementos principales al enfrentar al Covid-19.  Los trabajos se están realizando a distancia, estamos recibiendo servicios a domicilio, las escuelas se han movido a la enseñanza online y hemos aprendido a mantener nuestras relaciones interpersonales a distancia.  No obstante, no podemos perder de perspectiva que somos una sociedad de consumo, que estamos acostumbrados a adquirir nuestros bienes sin trabas de índole alguna. Eso llevo a los comercios a estructurar sus operaciones de cierta manera, que nos permitieran visitar sus establecimientos para comprar.  Hoy día, se han visto afectados por los cierres y por todas las medidas de seguridad y saneamiento, impuestos para controlar la propagación del virus.

No hay duda de que el mundo ha tenido que reestructurarse, para poder seguir funcionando y atendiendo las necesidades de los seres humados. Reestructuración que ha costado miles de millones de dólares y se proyecta que el gasto vaya en aumento, en los próximos meses, ya que no se sabe cuándo volveremos a lo más cerca de la normalidad posible.

Son tiempos inciertos. Se ha estado transformado la vida de millones de personas de una manera inimaginable.  Se han experimentado cambios tan rápido, que nos han tomado por sorpresa a todos. Estamos tratando de adaptarnos a esta nueva realidad, con la esperanza de que acabe pronto, aunque es imposible predecir cuánto durará y qué consecuencias finales tendrá para todos.  No nos queda otra alternativa que aceptar los retos y vivir cada día que pasa, con mucha fe y esperanza. Tomando en cuenta que todos somos iguales y de la misma forma, estamos expuestos a la crisis que estamos enfrentado.  

Ante el Covid-19, no hay diferencias de razas, estratas sociales, sexo o edad, todos somos igual de vulnerables.  El Covid al igual que las pandemias anteriores, no discrimina.  Coloco al mundo frente a dos realidades, exhibe y agudiza las desigualdades preexistentes y genera nuevas. Esto llevó a los países ha implementar medidas de índole social coherentes, que protegen a las personas más vulnerables. No obstante, siguen siendo una preocupación rampante, la sobresaturación de los servicios de salud y la alta exposición de quienes trabajan allí, la fragilidad de los derechos laborales y las tasas elevadísimas de desempleo.  La orden de día es, que unos se arriesgan por proteger a otros, independientemente de quiénes sean. Al final, todos somos iguales. Por ello es que no podemos rendirnos, tenemos que luchar en un mismo frente, unidos y siempre recordando cuál es el propósito final, salvar a la humanidad y a uno mismo.  Siempre piensen que cuando tengan ganas de rendirse, recuerden por que empezaron. 

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