La Unión Europea ha anunciado que desarrollará un plan para racionar el suministro de gas. Esto, luego de que la compañía estatal rusa, Gazprom, anunciara que reducirá a un 20 por ciento de su capacidad el flujo a Alemania, de dicho recurso fósil a través del gasoducto Nord Stream 1.

“Ese era nuestro mayor temor”, dijo un funcionario estadounidense miembro del gabinete del presidente Joe Biden. El funcionario también expresó que el recorte coloca a Occidente en territorio desconocido, en términos de saber si Europa tendrá suficiente gas para pasar la temporada de invierno. 

En respuesta al anuncio del recorte, la Casa Blanca envió este martes a Europa al coordinador presidencial de energía global, Amos Hochstein, quien visitará París y Bruselas para discutir el plan de contingencia.  

Entre las medidas a tomar para contrarrestar la posible escasez de gas se encuentra que los miembros de la Unión Europea ahorren gas en al menos un 15 por ciento y lo almacenen para el invierno. Otra de las posibles propuestas es el aumento de la producción de energía nuclear en toda Europa para compensar la escasez del recurso fósil. Sin embargo, para esta última, funcionarios estadounidenses necesitarán convencer a sus homólogos alemanes de posponer el cierre de sus plantas nucleares debido a que Alemania planeaba eliminar sus fuentes de energía nuclear para finales de este año. 

Ante el anuncio de Rusia sobre los recortes del suministro de gas a Europa, el presidente Volodymr Zelensky dijo el martes que “Esta es una guerra abierta de gas que Rusia está librando contra una Europa unida”. Asimismo, un funcionario estadounidense aseguró que estaba claro que los rusos están atacando y tratando de desestabilizar Europa” porque no han logrado cumplir con sus objetivos en Ucrania.

Por su parte, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional calificó las medidas de Rusia como sus últimos intentos de “utilizar el gas natural como arma política y económica”.