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El Foro de Puerto Rico

Thursday, 22 de September de 2022 - 10:14 AM

Etnocentrismo la poderosa clave para entender cualquier cultura

Desde hace algún tiempo he visto el comportamiento denigrante de algunas empresas o individuos que se mudan a Puerto Rico, hacia los puertorriqueños o por la forma en que vivimos nuestras vidas, este comportamiento se llama Etnocentrismo, y lo ampliaré más adelante.

En el caso de las empresas que inician operaciones aquí, la mayoría utiliza la vieja Ley 20 o la Ley 73 para expandir sus fronteras. Los individuos utilizan la antigua Ley 22 para Inversionistas Individuales; estas leyes ahora existen bajo la Ley 60 y mantienen una serie de beneficios contributivos que permiten a los ciudadanos estadounidenses reducir su tasa contributiva federal de 39.6% a entre 0% a 4% en la tasa de impuesto sobre sus ingresos en Puerto Rico.

Antes de continuar, permítanme decir claramente que, como empresario, banquero y un fuerte defensor del capitalismo, aprecio mi ciudadanía americana y ser parte de los Estados Unidos, pero ello no significa que bajó la cabeza ante el maltrato y abusos de algunos.   

Mi primer contacto con la discriminación y el etnocentrismo se produjo mientras asistía a la universidad, Louisiana State University en Baton Rouge. Durante mis estudios, tomé un curso llamado Introducción a la Sociología, que presentaba un concepto que nunca había analizado. La idea se llama Etnocentrismo, que significa la evaluación de otras culturas según preconceptos originados en las normas y costumbres de la propia cultura.

El etnocentrismo es simplemente aplicar las creencias y tradiciones de tu cultura para medir otra cultura.

Medir otra cultura según tus propios parámetros suele conducir a suposiciones incorrectas sobre el comportamiento de los demás, basados en tus normas, principios y aceptación.

A veces, en situaciones extremas, los grupos pueden considerar a otra cultura como incorrecta o inmoral e incluso ajustarla por la fuerza a las formas de vida de su grupo.

Un concepto estadounidense desarrollado en 1845 llamado “Destino Manifiesto”, era la idea de sus defensores de que Dios destina a Estados Unidos a expandir su dominio e impulsar la democracia y el capitalismo por todo el mundo.

Este concepto impulsó la expansión territorial de Estados Unidos en el siglo XIX, y se utilizó para expulsar a los nativos americanos de sus tierras ancestrales, entre otras acciones. Durante este periodo, Estados Unidos, alegadamente, invadió a Puerto Rico para “liberar la isla del dominio español” en 1898. Al ganar la guerra Hispanoamericana, Puerto Rico quedó bajo la soberanía de Estados Unidos como territorio no incorporado.

Después de que Puerto Rico pasará a formar parte de EE.UU., éste comenzó a imponer su imagen y sus “ideas superiores” a la Isla y a sus ciudadanos, algunas con poco éxito. De hecho, Estados Unidos cambió el nombre de la isla a Porto Rico luego del Tratado de París de 1898. El nombre anglicista de Porto Rico fue utilizado por el gobierno estadounidense y las empresas privadas. El nombre volvió a ser Puerto Rico en 1931 por una resolución conjunta en el Congreso presentada por el Comisionado Residente, Félix Córdova.

Al igual que muchos conquistadores, hemos vivido intentos de modificar el tejido de nuestra cultura e identidad mientras se implementan leyes que harían a la Isla dependiente de los Estados Unidos. Algunos ejemplos históricos que me vienen a la mente incluyen las leyes Foraker y Jones. La Ley Jones, implementada en 1920, exige que las mercancías enviadas desde Estados Unidos a Puerto Rico llegan en barcos de bandera estadounidense. Esta ley ha hecho que durante los últimos 102 años la mayoría de los productos que consumimos sean más caros que los de las vecinas islas del Caribe y los 48 estados del continente.

La combinación de esa y otras leyes hacen que los productos que se venden en P.R. sean mucho más caros, y combinada con la eliminación de la ley 936, y la incapacidad del Gobierno local de ajustarse imponiendo una disciplina fiscal prudente, empujó a Puerto Rico a una recesión desde mayo del 2005 hasta hoy, unos 17 años. 

Para destacar el concepto de Etnocentrismo, nada mejor que algunos ejemplos. Destacaré los 6 que considero los más importantes:

  1. La Alemania nazi: es uno de los peores, más extremos y más trágicos ejemplos de etnocentrismo. Hitler creía que los judíos y las personas pertenecientes a otras comunidades eran todos inferiores a su etnia y no merecían vivir.
  2. Esperar que todo el mundo hable inglés.
  3. Juzgar las dietas de otros países como extrañas.
  4. Pensar que uno no tiene acento y los demás sí.
  5. Palillos chinos frente a los cubiertos occidentales.
  6. Sentirse superior a otras culturas.

La fiesta de navidad en Puerto Rico

Supongamos que te mudas de Estados Unidos a Puerto Rico y uno de tus nuevos vecinos te invita a una tradicional fiesta navideña puertorriqueña. Eso suena encantador, sin embargo, una fiesta navideña puertorriqueña difiere marcadamente en comida, música, bebidas y perspectiva de una fiesta en Estados Unidos. Aunque hay muchas similitudes, las diferencias pueden ser sorprendentes. Lo primero que se hace en las fiestas de Navidad en Puerto Rico es beber cantidades abundantes de Coquito, una bebida a base de coco y ron que se sirve fría durante las fiestas navideñas, no la confundas con el Eggnog; no tiene nada que ver. De momento en la fiesta te ofrecen una Morcilla, un embutido que se consume mucho en las fiestas durante todo el año, pero mucho más en Navidad y, por último, te sugieren probar un cuerito del lechón asado a la vara en el patio trasero.  Si un estadounidense aplica sus propias creencias culturales, puede que la morcilla y el lechón asado le parezcan desagradables o extraños, como en el famoso programa del chef Andrew Zimmern, que de hecho hizo un episodia de Bizarre Foods en Puerto Rico sobre nuestras comidas navideñas. Sin embargo, si tienes una mente abierta y quieres realmente probar los sabores de tu nuevo país, disfrutarás de la experiencia y te divertirás mucho, especialmente porque en nuestras fiestas no hay horas de llegada o salida, se acaban cuando la última botella de alcohol se consume.  No como en Estados Unidos, que te citan a una fiesta de 7:00 pm a 9:00 pm, y lo estas pasando brutal, los anfitriones a las misma 9:00 pm te despiden.  

Ese es un ejemplo clásico de etnocentrismo; otro es el hecho de que en Puerto Rico tenemos algunas complejidades únicas y propias. En Puerto Rico, nosotros, por razones que desconozco, sustituimos lingüísticamente la ‘r’ por una ‘l’ y a menudo decimos “Puelto Rico”, en lugar de Puerto Rico; si escuchan con atención, oirán muchos más ejemplos. Por eso, nuestros vecinos de América Latina nos llaman los chinos del Caribe.

Otros factores raros de Puerto Rico son cosas que no concuerdan, por ejemplo, aquí se mide la velocidad de los carros en millas por hora, se mide la distancia en kilómetros y hectómetros, y llenamos nuestros carros en litros de gasolina, no en galones. Cuando estamos enfermos tomamos la temperatura usando Celsius, o Fahrenheit. Sin embargo, cuando prendemos los aires acondicionados, medimos la temperatura en Fahrenheit, no en Celsius. Cuando uno se pesa nos pesamos en libras en vez de Kilos. También medimos la venta de terrenos en “cuerdas” o metros.

¿Si ya está confundido?, Perfecto, hay más. También comemos cantidades industriales de arroz y habichuelas, tostones, mofongo, lechón, yuca, malanga, apio, ñame, fricasé de cabra, conejo, guinea o pollo, pasteles, longanizas, pinchos, empanadillas, rellenas de pescado, pulpo, carrucho, camarones o chapín. Además, uno de nuestros favoritos es el Chillo Entero Frito o la Chuletas Kan-Kan, y muchas más comidas únicas que hacen a Puerto Rico un destino gastronómico espectacular.

Llevamos 124 años formando parte de Estados Unidos, y todavía hablamos, leemos, pensamos y escribimos en español, y mantenemos nuestras tradiciones más preciadas indemnes a la influencia estadounidense. Aunque, algunas costumbres estadounidenses como el Día de Acción de Gracias, Halloween y el concepto de Santa Claus, han llegado a nuestra cultura, pero las hemos hecho evolucionar lo suficiente como para hacer propias versiones de ellas. Por ejemplo, Puerto Rico tiene la Navidad más larga y festiva del mundo. Comenzando en Acción de Gracias y termina después de las Fiesta de la calle San Sebastián, el 23 de enero, lo que supone 60 días en total. Cuando vivía en Estados Unidos y salía a jugar con la nieve con mis hermanos pudimos ver los árboles de navidad el 26 de diciembre junto a la basura y eso fue otro “shock” cultural, ya que en Puerto Rico el árbol de navidad se queda hasta luego del 6 de enero, y en mi barrio en Ponce se guardaba hasta el 2 de febrero para quemarlo en la Fiesta de la Candelaria frente al parque de Buena Vista.

Otro hecho es que los puertorriqueños adoran sus programas de radio AM; las principales emisoras tienen más audiencia que la mayoría de los programas de televisión. A los puertorriqueños les encanta la comunicación directa y siempre prefieren hablar con el gerente, el director general o el presidente para transmitir sus puntos, ideas o quejas. Recuerdo que, durante un viaje, el presidente de un banco local, cuando iba a tomar asiento en el avión, una clienta le increpó de una situación en su sucursal de Lares a la que esperaba una respuesta de su parte, y él se encargó de ayudar a la clienta.

Esta hermosa mezcla de conceptos, comidas, celebraciones y alegría en general ejemplifica la riqueza de la cultura puertorriqueña. 

Habiendo establecido lo que significa el Etnocentrismo, nuestro consejo con esta explicación es que las empresas e individuos que vengan a Puerto Rico a vivir se sumerjan completamente dentro de nuestra cultura, tradiciones, costumbres, hábitos y sistemas, al hacerlo lo pasarán de maravilla.

Un último ejemplo relevante es, el reciente huracán Fiona, cuando la mayoría de los puertorriqueños se prepararon para comprar suministros como agua, gasolina, alimentos enlatados y otras necesidades, en la mayoría de los carros de la compra, se podía ver cervezas, ron y otros licores, así como los ingredientes claves para hacer un asopao de pollo porque en Puerto Rico, no se puede pasar un huracán sin Asopao de Pollo. Este folclor puertorriqueño, incluso cuando estábamos a punto de enfrentarnos a una tormenta catastrófica o a cualquier adversidad es la visión optimista y alegre que tenemos todos los puertorriqueños.

Una vez que llegas a Puerto Rico, si adoptas nuestra cultura, costumbres y tradiciones, vivir aquí será una alegría, aún enfrentándose a huracanes.

¡Que Dios bendiga y proteja a Puerto Rico!

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